jueves, 3 de abril de 2008

CENTRAL UNITARIA DE TRABAJADORES

CONVERGENCIA SINDICAL
CENTRAL UNITARIA DE TRABAJADORES
-PROPUESTA-


Convergencia Sindical es una coordinación de dirigentes que participan en la Central Unitaria de Trabajadores, unidos por una visión común del actual cuadro político y con la decisión de trabajar con el propósito de levantar una Central cuyo objetivo sea los intereses de los trabajadores. Propiciamos un sindicalismo autónomo, unido y democrático, en el que no los poderes expresados en el gobierno, los empresarios y los partidos políticos no tengan posibilidad de intromisión.


La propuesta de Convergencia es rescatar y desarrollare1 rol de la Central Sindical como síntesis de las demandas e intereses reivindicativos de los trabajadores y trabajadoras. Nos proponemos organizar a los amplios sectores de trabajadores independientes, de empresas contratistas, de trabajos temporales, precarios y cesantes mas allá del Sindicato de Empresa, preparándolos para una efectiva capacidad de organización y lucha.


Un política coherente de la Central en la actual etapa será la que vincule las reivindicaciones de los trabajadores y sus características sectoriales, a un proyecto de mayor alcance político y que tiene que ver con cambios de fondo en el estado y finalmente en toda la sociedad.. Su propia estructura no le ha permitido a la Central construir un relato que sirva de guía a los trabajadores. Más bien su función como máximo organismo de los trabajadores ha sido errática Ha primado la acción formal por sobre el desarrollo de ejes estratégicos que pongan en el centro el tema de la conciencia de los trabajadores.


Los trabajadores no estamos siendo escuchados en las esferas de gobierno. Las grandes decisiones no consideran la opinión de los trabajadores y la Central no ha sido capaz de hacer sentir su voz. El actual escenario político y social no es obra de la acción de los trabajadores, ni del movimiento social.


Hoy prima sin ningún contrapeso la agenda diseñada para la continuidad al sistema ya sea por la vía de un nuevo gobierno de la Concertación o por la vía de la irrupción de la derecha. En ambos caso, uno más dramático que el otro, el modelo será el mismo. Los trabajadores y sus organizaciones, viene siendo testigos mudos e inmovilizados del arrollador y hasta ahora imparable avance de más modelo. Pareciera que la Central ha subordinado su ya escaso poder de movilización y convocatoria a los acuerdos que se relacionan con las demandas políticos electorales.


La aplicación sin contrapeso de los dogmas neoliberales, ha permitido que se agudicen los desequilibrio económicos, sociales y políticos.. Una legislación laboral patronal que restringe los derechos sindicales y dificulta la organización de los trabajadores, un sistema educativo profundamente estratificado, funcional al modelo social y político, un sistema previsional que no garantiza condiciones básicas de sobrevivencia a sus beneficiarios, a la vez posibilita ganancias descomunales al gran capital que administra y utiliza los fondos y que ha quedado sin ninguna modificación sustancial una vez promulgada su reforma recientemente. Por otra parte, se mantiene la falta de democracia por lo que una mayoría queda absolutamente excluida de la participación política.


La Central que se requiere para encabezar los cambios de fondo que Chile necesita, debe considerar su autonomía para garantizar que no se pueda instrumentalizar con criterios partidistas u otros de similar naturaleza. Hasta ahora, la Central ha sido dirigida poniendo en el centro de su accionar intereses particulares de ciertos sectores políticos.

Del mismo modo, la mantención de un sistema electoral que no garantiza transparencia ni participación, no permite que la profundidad de los problemas de los trabajadores sean conocidos por éstos. Resulta una incoherencia exigir reformas constitucionales en orden a la superación del sistema binominal, si al interior de la Central aún no existe voto universal.


La Central Unitaria debe impulsar un trabajo que sea capaza de recuperar la unidad y la solidaridad en el seno de los trabajadores. Este principio fundamental cuestiona a la Central en los últimos tiempos. Tanto por omisión como por conductas políticas concretas, la Central no ha estado encabezando ni proponiendo cursos de acción que apunte a la construcción de un proyecto distinto al que vivimos. La actual etapa del capitalismo tal como lo vivimos exige de las organizaciones de trabajadores la necesaria coherencia entre el decir y el hacer.


Los proyectos que la central ha propuesto en el último tiempo no han pasado de ser eventos sin trascendencia para los trabajadores. Recuérdese además, la conducta errática que tuvo su dirigencia cuando la movilizaciones de los estudiantes. Nuestra propuesta, según nuestros principios, es que la Central, encabece un proceso democratizador de la sociedad que movilice a todas las organizaciones sociales. En el centro de esta exigencia debe estar en primer lugar, la derogación de la actual Constitución y la redacción de una nueva.


Nos preocupa el modelo económico de desarrollo, que en lo sustancial no a cambiado nada en los gobiernos post-dictadura y que los gobiernos de la Concertación continúan administrando y profundizando. Tenemos una de las peores legislaciones laborales de Latino América debido a que el Código Laboral está enfocado para proteger los intereses del empresariado, en desmedro de los intereses de los trabajadores. Necesitamos cambios Sustantivos en la normativa legal que recupere el derecho a huelga, el derecho a la sindicalización y a una negociación colectiva justa.


Somos partidarios de un modelo de desarrollo sustentable y amigable con el medio ambiente, en el que se respete los derechos de las minorías étnicas, que garantice la diversidad en el que el ser humano sea el centro de la preocupación del estado. Queremos una política hacia los trabajadores inmigrantes, muchos de los cuales ven vulnerados sus derechos. Nos preocupan las modificaciones en el campo de la educación, de las preformas laborales, las restricciones a las libertades individuales, a la respuesta represiva al descontento de muchos sectores.
Necesitamos un movimiento sindical que oriente la lucha de los trabajadores frente a estos problemas, que destierre de su gestión los intereses personales y ponga en el centro de su acción los intereses de los trabajadores. Debemos ser capaces de construir organizaciones sindicales poderosas y unidas afiliadas a la CUT y luchar contra la dispersión de las organizaciones sindicales.


Necesitamos que la central profundice su democracia interna y la participación de los trabajadores; en ese sentido la necesidad de instituir la elección universal, en las que cada trabajador sea un voto, es lo éticamente correcto. Del mismo modo, se hace urgente la más plena transparencia en la gestión de los dirigentes de la Central, en especial de cuentas públicas, completas y fundamentadas respecto de los bienes y dineros de la Central.


La Central debe transformarse en una instancia que dinamice un proceso democrático desarrollando iniciativas viables y racionales que permitan la más amplia articulación política y social, que propicien la participación real y permanente de los trabajadores y su organización y supere las iniciativas anteriores que no han tenido el efecto deseado.

Invitamos a todos los trabajadores que coincidan con nuestras propuestas a participar con nosotros en el desafío que significa la democratización de nuestra Central y su influencia en la sociedad por los cambios que Chile necesita.

Alonso Ovalle Nº 726 Fono : 6338214

No hay comentarios: